martes, 18 de febrero de 2014

¿Será que somos capaces de imitar?

"No nos rindamos, yo no lo haré"

Fue la frase con que Leopoldo López se entregó a las autoridades venezolanas.

No sabremos exactamente que pueda suceder con su vida. Es un héroe. Es un patriota. Conociendo la podredumbre del gobierno corrupto que hay en Venezuela se enfrenta al presidente ilegítimo y se entrega. Queda un sabor agridulce: 
Agrio, porque existe una gran posibilidad de que el régimen castrochavista lo asesine o quizás nunca más se vuelva a saber de él. 
Dulce, porque este hombre de 40 años lleva su país tan incrustado en sus venas que deja todo, su familia, su comodidad, su seguridad, etc para sentar un precedente. No se fue con discursos demagógicos (como Capriles)contra Maduro, mostró acciones valientes y dignas.

Venezuela, los ciudadanos de bien que son muchos más que aquellos que no lo son (al igual que acá en Colombia) navegan corriente arriba, en contra de todas las circunstancias, en contra de todas las posibilidades. Después de años de corrupción de pobreza, de desapariciones, de consecuencias funestas por vivir bajo un gobierno comunista... Los venezolanos despiertan y salen a protestar en sus calles, en muchas ciudades. Y es tal la protesta que el gobierno ilegítimo calla medios de comunicación, redes sociales... pero no podrá callar a los estudiantes. Desafortunadamente, vendrán mas muertos, vendrá mas barbarie... pero si el pueblo se sostiene, caerá Maduro, Diosdado Cabello y toda esa manada de sinvergüenzas que heredaron la nauseabunda idea de Chavez.

Colombia, al lado. No solo geográficamente, sino también en este turbio camino. Las conversaciones de Cuba no nos llevarán a nada bueno. Estamos preparando un caldo de cultivo que será macabro. Si la violencia en Venezuela ha sido así, que no tenían guerrilla, ¿cómo será lo que nos espera a nosotros con 50 años de historia de estos asesinos?

Las palabras de Juan Manuel Santos hoy dejan mucho que desear No fueron una protesta contra los abusos, fue una palabrería demagógica donde no existió ninguna censura; sigue la complicidad. Pero es que para el Presidente hay otras prioridades ...sigue haciendo remezones en la cúpula militar (personalmente poco creo en las denuncias de la revista Semana, la revista de su primo), sigue hablando de la operación Andrómeda...sigue distrayendo...esa es la idea distraer mientras en Cuba se entrega el país a los guerrilleros.

Nuestra apatía nos está llevando a límites insospechados de modorra. Y estamos yendo taciturnamente y mansamente como corderos al matadero. Me pregunto ¿si eso también pasó en Venezuela cuando apareció el loco de Hugo Chavez? ... ¿será que aguantaremos igual que ellos que los comunistas hagan y deshagan y después reaccionemos cono ellos están reaccionando?  ¿será que  reaccionaremos demasiado tarde? ...cuando el monstruo esté indomable.

Ojalá imitáramos a los venezolanos de bien...somos muchos los que calladamente seguimos escandalizándonos por las noticias que llegan pero nuestra protesta, nuestra inconformidad...solo llega a un OH POR DIOS...POBRES VENEZOLANOS...

Esto tiene que acabar...no podemos dejar que el comunismo llegue a nuestro país...de algo nos debe valer tanto dolor que vemos en Venezuela.

 ¿O será que contrario a la frase de Leopoldo López....ya nos rendimos?

2 comentarios:

  1. Despertar la mentes dormidas no es fácil y mucho menos cuando vivimos en la comodidad del individualismo. El sentido de patria debe ser de todos, me refiero con esto que mientras no despertemos el dolor ajeno, es imposible que seamos conscientes del gran dolor por el que pasa el pueblo de Venezuela, dolor de aquellos que viven de sentir que ya no tendrán patria. Sin embargo como colombianos críticos y frenteros debemos revisar "con pinzas" el futuro de nuestros hijos, sobrinos, nietos, bisnietos y tatara tatara tarara nietos (ojalá los veamos). Pues mientras nuestro vecino escribe la novela: "La culpa es de la vaca madura", aquí en Colombia somos los que hacemos filas para comprar otras dos publicaciones: "En Cuba: Un Santo premio nobel de paz" y "La increíble historia de Petro el desamparado". Definitivamente tenemos como en la antigua Roma "Pan y circo" en la dirección de la justicia y paz de una nación. Y eso ni hablar de la educadora de conciencias de los colombianos, la TV nacional.

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Muchas gracias por haber leído este artículo.
Espero que sus comentarios enriquezcan y si llegan a generar debate se lleve éste con altura, discernimiento y sin apasionamientos.