Es la primera vez que me demoro más de ocho días en escribir. Espero, para mi ego personal, que me hayan extrañado un poco. Me estoy inclinando a dejar de hablar definitivamente de política y empezar a escribir otro blog diferente. Pero muchos de Ustedes, al igual que yo, sin ser activistas políticos sabemos que ese bichito no nos deja de picar. Y más que ese bicho; la terrible situación del país, situación que empeora día a día me impide quedarme callado.
Hace tres noches, le decía a una gran amiga, tan uribista y patriota como yo, que me sugiriera un tema sobre el cual hablar. Y se lo preguntaba porque conozco sus valores, inteligencia, intrepidez, locuacidad y dinamismo. Un baldado de agua fría me cayó cuando al conversar con ella notamos sin mucho esfuerzo que el desánimo y la confusión no eran solo míos, ni de ella, sino de muchos que hemos hablado por estos medios. Nuestras columnas, nuestros blog, nuestros twitters, nuestras publicaciones en Facebook y en demás medios que podamos escribir... todos esos escritos se volvieron repetitivos, monotemáticos, flor de un día.
El título del artículo de hoy es una advertencia. Es la pregunta que nos harán las generaciones futuras, no muy lejanas. Nos van a preguntar ¿qué hicimos?
El nuevo cuatrienio del presidente Santos, sin ser ave de mal agüero, sin ser radicalmente político en mi visión... nos van a traer desgracia, anarquía, pobreza y muerte. No han pasado dos semanas de la posesión del presidente y vemos que la función del circo está en su mayor auge. Las farc y el eln atacando a diestra y siniestra, todos los días hay policías o militares asesinados, la mermelada repartiéndose sin control, el ataque desesperado de Santos y su fiscal a todo aquello que huela a Uribe; anarquía en todos los departamentos del país, reactivación de paros en Nariño, Norte de Santander y la Costa Atlántica ... pero acá no pasa nada. Y no pasa nada por dos razones fundamentales: Santos cree que la paz que nos vende nos llevará al País de las Maravillas.... y ojo, que mucha gente se está comiendo todo el cuento. Esta es la primera razón. Esa razón no podría hacer mucho por si sola. La segunda razón es la que le da la fuerza incontrolable e impulso que tiene esta primera razón. Esa segunda razón es la implacable apatía que tenemos los colombianos. Mientras el muerto no sea de mi familia, mientras que no me toque desplazarme a mi y dejar todo abandonado por miedo a ser asesinado con los míos, mientras que siga viviendo en ese colchón mediocre de comodidad...mientras suceda eso....pues que se sigan dando plomo en el monte...que se sigan robando uno que otro contrato... que vayan las "víctimas" de las farc a seguir la pantomima de Cuba.
Estamos en una sociedad colombiana donde los buenos somos muchos. Los ladrones de los contratos, los guerrilleros, los corruptos, los delincuentes, los políticos manchados con sangre, droga y corrupción...todos esos protagonistas de tantos males... son muy pocos. Somos, mal contados cuarenta y ocho millones de colombianos y estoy casi plenamente convencido que ni siquiera el uno por ciento de esta población, es decir,480.000, no alcanzan a ser todos los malos del país. Menos del uno por ciento del país nos están marraneando y nosotros quietos, no hacemos nada. Porque mi columna puede gustarle a algunos, a mi me gustará mucho, que muchos me lean y me comenten, pero de ahí no pasamos.
La desidia, la apatía, el conformismo, el miedo..esas serán las respuestas que algunos colombianos darán a esas generaciones. Menos mal no tengo hijos. Contestarle así a un hijo, es lo que a muchos colombianos les tocará. Cuando veamos que Colombia se hunde en un lodazal mas asqueroso que el que vive Venezuela.. vendrá la pregunta... y cuando todo ésto comenzaba...¿tu que hiciste? y muchos, muchos, muchísimos se quedarán callados o recordarán que lo único que hicieron fue criticar y pelear con aquellos a quienes ellos nos catalogaron como guerreristas, enemigos de la paz.
Y este artículo se convertirá en uno mas. En una protesta mas. En un ataque a un gobierno que se está untando de sangre, corrupción e injusticia pero que gracias a la capa de mermelada...todo eso pasa desapercibido.
El consuelo tonto que nos queda, (porque es que de esos consuelos vivimos) es que ya viene la Vuelta a España y estaremos pendientes de Nairo y Rigoberto. Estaremos pendientes de los partidos de James con el Real Madrid. Estaremos pendientes del si definitivo de Pekerman a la Selección. Eso nos distraerá. Esa será la garantía para que Santos, las farc, el eln, y toda la plaga politica sigan alimentando su ego, su riqueza y su absurdo poder. Son un porcentaje menor al 1% que gozan del patrocinio de un 99% de colombianos estupidos, conformistas, miedosos y apáticos. Muchos colombianos se convierten en la mejor expresión de la foto de este artículo:.No hablan, no ven, no escuchan
Termino con la frase que traje de Huxley:
"Los hechos no dejan de existir porque se les ignore."
Y en este país los que no ignoramos esos hechos, los que los atacamos y protestamos contra ellos somos enemigos de la paz y guerreristas...
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Muchas gracias por haber leído este artículo.
Espero que sus comentarios enriquezcan y si llegan a generar debate se lleve éste con altura, discernimiento y sin apasionamientos.